El Primer Jet de Combate: Me 262

El 25 de julio de 1944 parecía que los aliados ya tenían la victoria en Europa. La maquinaria alemana no era suficiente para detener el avance ruso en el este. En el oeste la invasión de Normandía amenazaba con liberar Francia. La capacidad de fuego de los aviones de Estados Unidos sobre las ciudades teutonas obligó a los alemanes a poner un millón de hombres en las defensas antiaéreas. Armadas voladoras de hasta 1,000 bombarderos B-17 y B-24 azotaban a la población civil. Sin embargo, ese día las cosas se volvieron más complicadas. El Primer Jet de Combate: Me 262 despegó y derribó a un Mosquito inglés. 

Durante la Segunda Guerra Mundial la carrera por desarrollar un jet de combate la jugaron los británicos, los alemanes y los americanos. Sin embargo, los tres países cometieron grandes errores estratégicos en este tema. Los ingleses lo veían como algo de muy largo plazo y no le dieron mucha importancia. Los estadounidenses confiaban demasiado en los pistones y los alemanes no estaban seguros de esa tecnología. Ya durante la guerra, Willy Messerschmitt retomó el plan de lanzar un jet de combate con el fin de detener los bombardeos estratégicos de la Fuerza Aérea Americana.

La carrera la ganó la Luftwaffe el día que el Me 262 tomó vuelo. El avión podía alcanzar una velocidad superior a 900 kWh. Contaba con 4 cañones de 30 mm y espacio para 24 cohetes en las alas. Tan pronto empezaron a atacar a los bombarderos americanos, estos se metieron en serios problemas. La velocidad hacía que los aviones de hélices no pudieran ni siquiera enfilarse para realizar un ataque. A pesar de la gran calidad del P 51 haciendo labores de escolta, los jets alemanes rompían sus estructuras y generaban daños considerables a los bombarderos. ¿Estaban los aliados ante un cambio de curso en la guerra?

Una de las fallas por las que el plan teutón para defenderse en el aire no funcionó fue que la mayoría de los mejores pilotos ya estaban muertos. Los nuevos aviadores apenas tenían 10 horas de vuelo y se les asignaba una de estas aeronaves. Más de 200 novatos perdieron la vida en vuelos de entrenamiento. Por otro lado, los Mustang empezaron a adaptarse al ataque de los Me 262. Esto ocasionó que las pérdidas alemanas subieran de forma precipitada. Al mismo tiempo, la Luftwaffe fracasaba al no poder reemplazar los escuadrones perdidos. La situación volvió a ponerse del lado de los aliados.  

Al final del día, el error definitivo lo cometió Adolf Hitler. Su insistencia de que el nuevo avión sirviera de bombardero y no de caza privó a la Luftwaffe de imponer un duro golpe a los aliados. Además, el Tercer Reich se quedó sin gasolina para defenderse y los pilotos permanecieron en tierra. El arte de la guerra enseña que los avances tecnológicos siempre deben de ser considerados. Pueden significar la diferencia entre una batalla y otra. Además, la innovación debe de ser constante. No se puede triunfar en la lucha si el equipo no se renueva. Esta fue la historia de El Primer Jet de Combate: Me 262.