¿Cuántas veces como mexicanos nos detenemos a pensar qué es lo que celebramos el 20 de noviembre? ¿Qué fue o significó para nuestro país la Guerra Civil Mexicana que comenzó con la Revolución Mexicana de Madero? Y es que un 20 de noviembre de hace 117 años los mexicanos entramos a un periodo de conflicto y muerte que duró 28 años. Ese México de 1910 parece lejano pero guarda algunos aspectos similares a los que hoy estamos viviendo. ¿Qué dirían los mexicanos de 1910 si pudieran ver y juzgar el México del año 2017?
Cuando José de la Cruz Porfirio Díaz Mori abandona México con rumbo a Europa alguien le preguntó acerca del contenido del portafolio que llevaba en la mano. Dicen que la respuesta fue tajante: La paz de México. Esa misma paz que él había impuesto con mano dura y progreso económico durante sus 30 años en el poder. El individuo hecho institución, el hombre del positivismo, aquel que había peleado contra el Ejercito Frances de Napoleón III entendía muy bien como se movían las fuerzas políticas en México. Don Porfirio veía la dimensión de la tormenta que venia.
Un ciclo histórico (De 80 a 120 años) se divide en cuatro etapas: Surgimiento (Instituciones fuertes), Despertar (Instituciones atacadas), Decadencia (Instituciones débiles) y Crisis (Instituciones colapsadas). La etapa de La Guerra de Reforma corresponde a un agitado Despertar en la historia nacional. Cuando los ánimos se calmaron y el país pudo pacificarse, a Don Porfirio le tocaron los años de la Decadencia Institucional. Conforme las Instituciones iban perdiendo fuerza, Díaz Mori iba fortaleciendo su individualidad.
Pero en palabras de Álvaro Obregón: Don Porfirio envejeció. Conforme el tiempo iba avanzando el individuo hecho institución perdía fuerza. Era tanta su influencia llevando las riendas del poder en México que su repentina partida iba a significar un gran vacío de poder. Francisco Madero entendió bien el momento cuando se presento como candidato de la coalición en contra de Díaz. Sabia que el General Díaz Mori ya no tenia la misma fuerza física del pasado. Era momento de aplicar fuerza y poner a México en el tren de la democracia: “Sufragio Efectivo no Reelección”.
Al poco tiempo de haber tomado protesta como Presidente de México, el Presidente Madero comprendió que se había sacado al tigre de la rifa: sus aliados lo empezaron a abandonar poco a poco. El primero en traicionarlo fue Emiliano Zapata. Al poco tiempo su hermano Gustavo fue torturado y asesinado. Victoriano Huerta, confabulado con el embajador Wilson y Félix Díaz terminaron con la vida de Madero y Pino Suárez en una de los peores episodios de la historia nacional: La Decena Trágica. México entraba de lleno a un período sin instituciones: Una Crisis.
Durante la etapa conocida como Crisis, las viejas instituciones se derrumban. El individualismo alcanza su punto máximo. El viejo orden institucional deja de funcionar y es fuertemente atacado por los individuos. Se crean grandes vacíos de poder institucional en mucha parte del territorio. Este vacío de poder fue aprovechado, de manera oportunista, por muchos caudillos para crear sus feudos individuales. Esta Crisis Institucional produce mucho dolor en la población, la cual poco a poco, empieza a recuperar el sentido de comunidad.
En 1917 se redacta la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Esta reemplaza por completo la antigua Constitución Política de la Republica Mexicana de 1857. En 1929 nace el Partido Nacional Revolucionario el cual fue creado por el Presidente Calles para que México empezara una transición de Caudillos (Individuos) a Instituciones. En 1938 el Presidente Cárdenas nacionaliza el subsuelo mexicano y crea Petróleos Mexicanos. Con una base económica fuerte proviniendo de los hidrocarburos nace una nueva institucionalidad mexicana.
Los caudillos, la falta del estado de derecho y el dolor que produce el individualismo, llevó a la sociedad mexicana a replantearse su manera de convivir. El sentimiento de comunidad empezó a surgir de nuevo. La sociedad clamaba por Instituciones fuertes que regularan la vida nacional. El clamor popular de tener paz, orden y progreso llevó a Lázaro Cárdenas a construir, a partir de PEMEX, un nuevo orden nacional. La expulsión del Presidente Calles puso fin al caudillaje revolucionario.
La sociedad estaba dispuesta a unirse en frente común por el bien de México. El PNR cambio su nombre por el de Partido de la Revolución Mexicana. El cambio no fue solo de siglas. Este nuevo partido creado por Cárdenas reemplazaba la estructura regional anterior por una estructura corporativa y sectorial. Con el cambio generacional empezaron a llegar al partido jóvenes universitarios que reemplazaron a los viejos militares de la Guerra Civil. El PRM cambiaria su nombre por el de Partido Revolucionario Institucional: PRI.
El Partido Revolucionario Institucional se convirtió en el organismo rector de la vida nacional. De las cenizas de 28 años de conflictos armados (Crisis) nace esta institución (Surgimiento) que abarca a todos los sectores de la vida nacional. En un principio la gente se arremolina a su alrededor. Es el faro de la esperanza, de la paz, del progreso y del orden en 1946. Don Porfirio tenia razón: se llevó la paz de México. Lázaro Cárdenas tenia razón: El subsuelo es de los mexicanos. México tenia razón: se necesitaba una nueva institucionalidad.
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