Por el bien de la Generación “X”: Mientras en México ocurrían fuertes movimientos sociales, una nueva generación de niños estaba naciendo. En nombre de la libertad y de los pobres, los jóvenes de esa época se enfrentaban al gobierno con fuerza y valentía. Casi siempre los desenlaces eran trágicos. El jueves 10 de junio de 1971, que también fue el día de la festividad de Corpus Christi, en la ciudad de México ocurrió el “Halconazo”. Fue un evento lastimoso para sus participantes. Se habla de heridos que fueron ejecutados en las salas de emergencia. Doctores y enfermeras fueron amenazados y no pudieron hacer su trabajo de salvar a las personas lastimadas.
La “Docena Trágica” son los 12 años de los dos sexenios más nefastos de México en el siglo XX. Luis Echeverría Álvarez, al frente de la nación de 1970 a 1976, no pudo conducir al país en el nuevo orden. El 15 de agosto de 1971 el presidente Richard Nixon acabó con los acuerdos del tratado de Bretton Woods. Tras declarar la libre flotación del dólar, la estabilidad del peso estaba en riesgo. Algo que los políticos mexicanos no supieron entender. Después vendría José López Portillo (1976 a 1982) a salvar la situación. Vio una gran oportunidad de impulsar a México gracias a las nuevas reservas del complejo Cantarell.
La historia todos la sabemos: La reencarnación de Quetzalcóatl nacionalizó los bancos el 1 de septiembre de 1982. Con esto comenzó la destrucción sistemática del sistema financiero mexicano. Una tragedia que acabaría con el FOBAPROA. Estas crisis políticas y económicas terminarían por poner al PRI en la decadencia y en el rompimiento. En 1988, la corriente más conservadora del PRI, liderada por Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo rompió con el partido hegemónico. Fueron demasiados tropiezos los que pasó el país. Al final queda una duda: ¿Valió la pena?
Mientras tanto, la generación de jóvenes mexicanos de esos tiempos disfrutaba de ver caricaturas y películas de acción. Las tardes eran en el parque montando bicicleta y escuchando música. Poco sabíamos que los platos rotos de esas pésimas decisiones los íbamos a pagar nosotros. Había una necesidad básica: Generar un millón de empleos al año para dar cabida a los 36 millones de ciudadanos que entraban al área laboral. Nunca se pudo. Se prefirió mantener una ideología caduca que darles espacio a los jóvenes. Hoy el país está ardiendo y las causas las encontramos en las pésimas decisiones políticas del pasado. Gracias por leer: Por el bien de la Generación “X”
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