in ,

Mientras Dure la Guerra

Mientras Dure la Guerra: La Guerra Civil Española es un recuerdo doloroso. Entre hermanos reinó la muerte. Y todo aquello por perseguir e imponer ideales políticos. Es irónico como las personas deciden acabar con la vida para apoyar un movimiento ideológico. Hasta parecería que por darle la fuerza a un pillo este les va a devolver el favor. Se les olvida que la lucha por el poder se ejerce ganando más poder. El poder vale por sí mismo. Aquel contrato social que dice: poder a cambio de seguridad, generalmente, termina con alguien perdiéndolo todo. Pero ahí siguen los idealistas pensando que un político les va a cambiar la vida.

La película “Mientras Dure la Guerra” es una obra fabulosa. La trama gira alrededor del escritor Miguel de Unamuno y Jugo. Él se desempeña como rector de la Universidad de Sevilla. Un día, está con sus amigos Atilano y Salvador, cuando un grupo de militares anuncia el toque de queda. Los enemigos de la Segunda República acaban de tomar el control de la ciudad de Salamanca. En ese momento el protagonista está en una situación política difícil: tiene que decidir en qué lado va a jugar. Debido a sus fuertes críticas al bando republicano se entera de que ha sido cesado como principal autoridad de la casa de estudios.

Él llega a la conclusión de que el bando republicano lo ha traicionado. Sus ideas de libertad y progreso han sido atropelladas por la violencia del gobierno de la república. Por eso decide unirse al bando sublevado. En una escena vemos a Francisco Franco en su cuartel en Marruecos. Recibe una visita de algunos alemanes quienes le insisten en cruzar rápidamente hacia España. Por otro lado, le insinúan que se necesita un líder que acumule todas las fuerzas y acabe con el ejército republicano (El cual recibía ayuda de la extinta URSS y de México). Pronto el derramamiento de sangre sería trágico.

Miguel de Unamuno al principio está feliz apoyando a los nacionalistas, pero poco a poco empieza a darse cuenta de su error. Las cosas se empiezan a nublar cuando pierde a sus mejores amigos. Una desagradable sorpresa le espera en el momento en el cual el régimen encarcela y acaba con la vida de gente cercana. Como rector de la universidad de Salamanca lucha para devolverlos vivos a sus familias, pero al final fracasa. El dolor es muy fuerte y enfrenta la realidad: la guerra es cruel y ambos bandos cometen excesos. Logra entrevistarse con Franco con el fin de rescatar a sus compañeros de café. Fracasa y no vuelve a verlos.

En un último aliento, decide dar un poderoso discurso en contra de la guerra. Ese día, en presencia de Carmen Polo (Esposa de Francisco Franco) denuncia los atropellos de ambos bandos. Les recuerda a los jóvenes ahí reunidos que la guerra mutila a la sociedad. A veces las palabras son más poderosas que las balas. Sabiendo del peligro que corría, Unamuno reprime a los combatientes recordándoles que España es solo una. Sin embargo, el ego de los líderes era mucho mayor que su amor y compasión. Por eso, siempre seguirán habiendo guerras. Gracias por leer: Mientras Dure la Guerra

aresdiosdelaguerra

Escrito por Ares Dios de la Guerra

Ares es el dios de la guerra en la mitología griega. Es hijo de Zeus y Hera. Ares es conocido por ser impulsivo y violento. Disfrutaba de la guerra por sí misma. A menudo se le retrataba como un guerrero desnudo, armado con una espada y un escudo. Sin embargo, no era muy querido entre los dioses o los mortales debido a su naturaleza cruel e imprudente.

Es amante de Afrodita. Esto desató la furia de Vulcano quien era el marido legitimo de la diosa del amor. Deimos (Temor) y Phobos (Miedo), los dos hijos gemelos de Ares y Afrodita, eran conocidos por acompañar a Ares en las batallas y aterrorizar a los enemigos. Eros (Cupido) tambien es hijo de ambos.

En la Guerra de Troya peleaba del lado de los troyanos.

Deja una respuesta

Foto del avatar

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

GIPHY App Key not set. Please check settings

Como puedo cuidar a mi familia

Mi Jefe me Maltrata

Tres Historias de Estoicismo