Mundo Generacional… La Generación que construyó el Imperio Americano

Todos aquellos estadounidenses que nacieron entre los años 1901 y 1924 son conocidos como la Generación G.I. (Goverment Issue). Nacieron en una época muy interesante ya que las primeras reformas para restringir la mano de obra infantil comenzaron en esos tiempos. También fueron los primeros Boy Scouts y sus papás los mandaron masivamente a estudiar a la escuela. Vieron una rápida expansión tecnológica en la radio y la televisión. Su vida parecía simple hasta que llego la Depresión económica después del 29 de octubre de 1929.

En su juventud vivieron una vida difícil sobreviviendo a condiciones económicas precarias. Puede pensarse que lo peor estaba por terminar cuando ocurrió el ataque sorpresa de Japón en Pearl Harbor. A partir de ese momento la Generación G.I. se convirtió en el mejor ejercito del siglo XX. Derrotaron a los Panzers Alemanes en Europa y acabaron con los sueños expansivos del Sol Naciente en Asia. La depresión económica y la guerra se convirtieron en sus escuelas de vida. Esto los convirtió en una generación poderosísima.

Después de la Segunda Guerra Mundial construyeron autopistas, acueductos, presas, desarrollos suburbanos, aeropuertos y una “Gran Sociedad” en la que la pobreza quedaría fuera de la ecuación. Su participación en la política fue abrumadora. Desde la llegada de John F. Kennedy (1961) hasta George Bush (1994) dominaron la presidencia. En su adultez lanzaron cohetes al espacio y aterrizaron en la luna. Como generación también ganaron la Guerra Fría cuando en 1989 el Muro de Berlín fue derribado.

La Generación G.I. hoy ya no está. Su determinación y su capacidad para tomar decisiones hoy es un recuerdo admirable. Esa infancia y juventud tan difíciles viviendo la Gran Depresión y la Segunda Guerra Mundial les dio mucha fuerza personal. Supieron convertir sus éxitos en instituciones solidas. Pelearon como equipo y convirtieron a Estados Unidos en un Imperio. Sus herederos, hoy en el poder, no pasaron por las mismas pruebas. ¿Estarán a la altura las nuevas generaciones americanas? La historia nos lo dirá muy pronto.

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