Nueva Crisis en las Empresas de Tecnología

Nos parece muy cercano aquel 16 de marzo del 2020, cuando en México iniciamos la cuarentena por el coronavirus. Este mes se cumplen tres años, la sociedad está luchando por volver a la normalidad. Las empresas que se vieron beneficiadas por el fenómeno fueron las que estaban preparadas con tecnología emergente. Las compañías tradicionales sufrieron ese año un duro golpe a sus metas, por causa del repentino cambio de comportamiento en los clientes por el miedo al virus.

De un día a otro, era de vida o muerte salir de casa. Los artículos de higiene, los cubrebocas, el gel, las caretas, pasaron a ser de uso diario y de alta demanda. Era lo único que podía mantenernos protegidos, mientras no existiera una vacuna. Se volvió imposible asistir a lugares concurridos. Se dispararon las compras en línea. Los portales como AMAZON y Mercado Libre se vieron beneficiados por esta necesidad de seguir adquiriendo insumos básicos, a la puerta del hogar.

Han pasado tres años, hoy el mundo se recupera. Las personas estamos hartas del encierro, las compras en línea, conciertos interactivos y muchos de los experimentos que vivimos. Esto lo han resentido las empresas de tecnología. Se tenía la expectativa de seguir creciendo de manera exponencial como si la pandemia y los hábitos de consumo hubieran llegado para quedarse. Es por eso por lo que hoy vemos despidos masivos en las grandes empresas de tecnología. Estamos a la puerta de una nueva crisis, ahora conocemos estos habilitadores, pero los usamos como una extensión de nuestro trabajo, sin dejar de valorar la presencia física.

La sociedad se recupera y regresa a la normalidad. Ante este hecho, ahora las empresas de tecnología sufren a causa de los fuertes capitales invertidos en plataformas y proyectos. Los supermercados han generado estrategias para cubrir la necesidad, pero como dice el príncipe de la canción, “Lo que un día fue, no será”. Los clientes siguen buscando precio sobre comodidad. Estamos a la puerta de un nuevo cambio de hábitos, las empresas y las personas que saben adaptarse a los entornos complicados serán las que sobrevivirán.