En el último año, la inteligencia artificial ha sido uno de los temas que ha marcado tendencia por el impacto que tendrá en la sociedad. Desde hace varios años un servidor ha hablado de los alcances económicos, sociales y en las tareas del día a día. Quedaron atrás aquellas épocas donde la información vivía en los libros, si se quería aprender algo nuevo, se iba a las bibliotecas o se tenía que consultar a los eruditos.
Hoy en día basta con entrar a cualquier buscador para encontrar todo tipo de información. Es decir, vivimos en una época de la democracia del conocimiento. Eso cambió y pasamos de ser buscadores de texto a tener juicio crítico y discernir cuál es el dato válido. Esto tiene varios años trabajando gracias a los avances en internet.
Con la novedad de la inteligencia artificial, ya ni siquiera se necesita discernir. Esto dado que es capaz de crear artículos, realizar resúmenes, generar conocimiento, lo cual facilita aún más cualquier tarea donde se ocupaba cierto grado de juicio e inteligencia. Esto tendrá impactos en el futuro. Todas las decisiones importantes serán gobernadas por un ser con mejor capacidad de procesamiento, lo que me lleva a la reflexión de ¿Qué alternativas nos queda por tomar en los próximos años?
Es raro seleccionar publicaciones, ver, qué escuchar, por qué ruta conducir y qué programas seguir, siempre el algoritmo hace ese trabajo. Es por eso por lo que, en un futuro cercano, la elección de con quién casarme, donde vivir, a qué dedicarme y serán tomadas por un programa computacional capaz de ver múltiples posibilidades, con esto iremos dejando en control de cada decisión en una inteligencia superior. Sin embargo, al final de cuentas es artificial. Los algoritmos están hoy en los negocios en el entretenimiento, predicen las elecciones y preferencias. Es por eso que en algunos años iremos cediendo las pequeñas y las grandes decisiones de nuestra vida. ¿Qué nos queda como humanidad?
Estamos condenados a vivir en Matrix. La única esperanza es pensar con criterio propio y juicio, que es lo que nos caracteriza a los humanos. Debemos reflexionar sobre lo que las redes nos presentan como modelos y hasta donde nos enseñan verdades a medias. El tener juicio y el criterio para identificar qué acciones son personales y cuáles deben ser a través de estas herramientas. Me preocupa ver que cada vez día son más los propensos a tomar decisiones rápidas porque me lo recomendó el algoritmo. Según Viktor Frankl «Al hombre se le puede arrebatar todo salvo una cosa: la última de las libertades humanas, la elección de la actitud personal ante un conjunto de circunstancias para decidir su propio camino». No es libertad de condiciones, sino libertad de tomar una decisión teniendo en cuenta las condiciones.
Reflexionemos ¿Qué tanto nuestra vida es controlada por el algoritmo?
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