Reglas de Oro

Reglas de Oro: ¿Qué es una regla?

-Se preguntaba Pablo desconcertado. Nunca había escuchado algo así. ¿Para qué sirve?

Pablo era un visitante que viajaba por primera vez junto con sus papás a un pueblo pintoresco al norte de México.

Al llegar vio una pequeña tienda de antigüedades en la que no dudo visitar, debido a que en la vitrina había un pequeño juego de ajedrez de imán y un letrero arriba que decía. “Aprende las reglas de oro” de este maravilloso juego y después llévatelo a casa.

Curioso y emocionado se acercó a la vitrina, pero nadie se encontraba.

-¿Hay alguien por aquí? Insistente preguntó… De pronto otro niño de similar edad se asomó diciéndole —Mi papá salió un momento, no tarda en volver.

¿Qué se te ofrece?

Pablo le dijo que se encontraba ahí por el letrero de afuera.

¡Ahhhh el juego con imán! ¡Las reglas de oro! –Dijo el niño de la tienda.

Primero, debes proteger tu rey y tus piezas más valiosas. Usa tus caballos para bloquear los movimientos de tus oponentes y piensa en cada jugada antes de hacerla. Siempre debes estar un paso adelante de tu oponente.

Tu oponente no te da tregua y parece que te acorrala. Pero no te rindas, mantén la calma y busca oportunidades para avanzar. Analiza cada movimiento y crea posibles estrategias que puedan sorprender a tu oponente.

Con cada jugada, el juego se vuelve más emocionante. Tus movimientos astutos y tu habilidad para leer el juego te permiten avanzar y ganar posiciones importantes. Pero nunca bajes la guardia, porque un error podría ser fatal.

Así es el juego de ajedrez ¿Complicada verdad?-Dijo el niño de la tienda.

Pablo no tenía idea de lo que el niño hablaba, era como un lenguaje de otro planeta.

Al instante llegó don Fernando, el Papá del niño de la tienda. ¿Qué se te ofrece jovencito?. Confundido —Vengo por el juego de la vitrina. Dijo Pablo.

El niño de la tienda le dijo —Disculpa lo olvidé. Las reglas de oro no se aprenden en solo un día, se practican con el paso del tiempo y se adoptan como rutina.

Eso lleva tiempo —Agregó Don Fernando.

¡Por cierto! Lo que te platiqué es estrategia con un poquito de trucos —Exclamó el niño de la tienda a Pablo.

Las cosas que quieras conseguir, llevarán tiempo… Sé paciente, aprende y gánatelo con esfuerzo.

Gracias por leer: Reglas de Oro