Nagasaki: La ciudad japonesa fundada por portugueses ¿Sabías que una de las ciudades más emblemáticas de Japón fue fundada por exploradores portugueses? Aunque su nombre evoca imágenes de samuráis, templos y una bomba atómica, Nagasaki también guarda una historia fascinante de comercio, fe y encuentros culturales con Europa. Y todo comenzó con una nave portuguesa.
¿Dónde está Nagasaki?
Nagasaki está ubicada en la isla de Kyushu, en el suroeste de Japón. Hoy es una ciudad vibrante, llena de historia, cultura y paisajes marítimos. Pero en el siglo XVI, era poco más que una pequeña aldea de pescadores.
¿Cómo llegaron los portugueses a Japón?
Todo empezó en 1543, cuando mercaderes portugueses llegaron accidentalmente a Japón tras un naufragio en la isla de Tanegashima. Los japoneses quedaron impresionados por las armas de fuego que traían. Así nació una relación comercial y diplomática entre el Japón feudal y Portugal, que fue el primer país europeo en establecer contacto directo con los japoneses.
Los portugueses no tardaron en ver una gran oportunidad: el comercio entre Japón, China, y otros países asiáticos era limitado por restricciones internas. Así que, al estilo pionero, buscaron un puerto estratégico donde pudieran establecerse y comerciar libremente.
La fundación de Nagasaki
En 1571, el señor feudal japonés Ōmura Sumitada, uno de los primeros japoneses en convertirse al cristianismo, cedió la bahía de Nagasaki a los portugueses. Lo hizo con el apoyo de los jesuitas, especialmente el misionero Francisco de Xavier, que había llegado a Japón años antes.
Así se fundó Nagasaki como puerto internacional, gestionado en gran parte por misioneros y comerciantes portugueses. Durante décadas, fue la principal puerta de entrada de Occidente a Japón.
¿Qué trajeron los portugueses a Nagasaki?
¡Mucho más que mercancías! Aquí algunas de sus influencias más notables:
- Cristianismo: Nagasaki se convirtió en el centro del catolicismo en Japón. Se construyeron iglesias y escuelas cristianas.
- Palabras en portugués: El idioma japonés adoptó vocablos como pan (de pão), tabako, kappa (de capa) y más.
- Cultura y tecnología: Introdujeron armas de fuego, técnicas de navegación, relojes y hasta nuevos alimentos.
- Arquitectura e imprenta: Los portugueses enseñaron técnicas europeas que influyeron en la forma de construir y educar.
La era dorada… y su abrupto final
El comercio prosperó durante varias décadas, pero en el siglo XVII, el shogunato Tokugawa temía que el cristianismo y la influencia extranjera desestabilizaran el país. En 1639, expulsaron a los portugueses y cerraron Japón al mundo exterior durante más de 200 años. Solo los holandeses pudieron seguir comerciando, y únicamente desde una pequeña isla artificial llamada Dejima, cerca de Nagasaki.
El legado portugués en Nagasaki
Aunque los portugueses fueron expulsados, su huella permanece:
- Iglesias históricas, como la de Oura, Patrimonio de la Humanidad.
- Museos cristianos y casas al estilo europeo.
- Festivales y platos típicos con raíces portuguesas, como el castella (bizcocho dulce).
- El recuerdo de los «Kirishitan», los cristianos perseguidos que mantuvieron su fe en secreto durante siglos.
Nagasaki hoy: una ciudad de memoria y apertura
Hoy, Nagasaki es una ciudad símbolo de paz, tolerancia y diálogo entre culturas. A pesar del trágico bombardeo atómico en 1945, la ciudad renació y sigue siendo un lugar donde Oriente y Occidente se abrazan con respeto.
Gracias por leer: Nagasaki: La ciudad japonesa fundada por portugueses


