Mundo Generacional… Nearshoring

Nearshoring: El tema de la pandemia ya es excesivo. Es una página que muchos quieren ya dejar atrás. El mundo está tratando de recuperar una renovada forma de socializar. En aquella fábula en donde un niño grita: ¡El rey está desnudo! Y la muchedumbre se da cuenta de que es cierto, el monarca entra en pánico. Hoy, estos últimos tres años, nos enseñan que existían muchos errores, que se pensaba que eran cosas correctas. Aquellas largas cadenas de suministro de valor se ven obsoletas. Al igual que las bacterias cuando no hay alimento, en estos tiempos las empresas están reconfigurando su logística.

El “Offshore” se empezó a dar con más fuerza en la década de los noventa del siglo pasado. La caída del Muro de Berlín representó un mundo seguro para los inversionistas. Una laptop puesta en Estados Unidos había viajado por todo el planeta. Sin embargo, hoy esa costumbre industrial está llegando a su fin. Hay dos factores importantes: Los chinos durante muchos años solamente tuvieron un hijo (Por familia) y eso hoy se traduce en una mano de obra encarecida. Por otro lado, los problemas logísticos de Shanghái han hecho que muchos empresarios reconsideren sus cadenas de suministro ¿Qué sigue?

El principal mercado del mundo es Estados Unidos. Aspirar a incrementar la participación de ese mercado es una estrategia correcta. El país que mejor puede implementar esta oportunidad es México. Se habla de más de 400 empresas que quieren venir a invertir a nuestro país. La frontera entre estas dos naciones es hoy una de las mejores zonas de la patria para construir. Además, hay un factor muy interesante: la mano de obra mexicana es mejor y más barata que la china. Las universidades están formando ingenieros de nivel internacional. Eso hace que seamos considerados como la mejor opción para aplicar el “Nearshoring”.

Siempre hemos hablado de las décadas perdidas de México: Los setenta con la “Docena Trágica” de Echeverría y López Portillo. Los 80 sin crecimiento y los 90 en una crisis de la que fue difícil salir. Y así todo este siglo creciendo de una forma discreta y con gobiernos corruptos al extremo. Lejos de ideologías bananeras, se necesita de soluciones pragmáticas para poder sacar ventaja del talento de los mexicanos. Se requieren políticas públicas que reparen el gran daño que nos ha hecho el populismo y la corrupción. Tenemos que crear millones de empleos y hoy es la oportunidad. ¿Sabremos aprovechar el “Nearshoring”?