Corrían los primeros años del siglo XIX. El Ejercito Insurgente sembraba terror en la Nueva España. El saqueo de Guadalajara es legendario y lleno de historias de violencia. El terror pronto llegó a la Ciudad de México y el Virrey Francisco Javier Venegas mandó llamar a el legendario Félix Calleja. Hidalgo contaba con mas de 100,000 soldados mal armados. Calleja contaba con 6,000 pero muy bien armados y entrenados. Hidalgo calculaba que al ver la superioridad numérica de los Insurgentes los realistas se iban a unir a sus fuerzas. Un error de calculo que le fue muy costoso.
La soberbia es mala consejera. El alto mando Insurgente esperaba una victoria rápida en las afueras de Guadalajara y de ahí tomar Querétaro y la Ciudad de México. En la Batalla de Puente de Calderón los Realistas derrotaron por completo al movimiento Insurgente. A pesar de obtener la ventaja inicial el genio militar de Calleja puso fin a los sueños del cura Hidalgo. Nunca más los Insurgentes lograrían otra victoria. Pronto las traiciones internas iban a terminar poniendo a Hidalgo ante el pelotón de fusilamiento. Murió en Chihuahua el 30 de julio de 1811.
La Generación de los Insurgentes nació alrededor de los años 1749 y 1775. De niños les tocó vivir un Despertar liderado por los Jesuitas los cuales se opusieron a las ideas del Despotismo Ilustrado. La orden de San Ignacio fue expulsada del reino de España por aliarse con los Guaraníes en contra de la Corona Española. La educación de esta Generación Insurgente se vio fuertemente afectada ya que los colegios y universidades jesuitas se quedaron sin maestros. Poco tiempo después el Papa, desde Roma, disolvió la orden por no convenir a sus intereses (1776).
A la Generación Insurgente le tocó vivir, en su juventud, el nacimiento de los Estados Unidos de América. Muchos de ellos admiraban el sistema democrático y libre del vecino del Norte. También vieron como la monarquía francesa terminaba en la guillotina y las ideas de libertad, igualdad y fraternidad tomaban por asalto Europa. Empezaron a soñar con un país libre. Cuando Miguel Hidalgo y Costilla los llamó a la lucha toda la Generación Insurgente ya sabia lo que tenia que hacer: Dar su vida por una idea de libertad.
Opinión de Edwin Carcaño Guerra
Instagram: @ecarcanog
Edición: 16
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