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La Crisis de los 40

La Crisis de los 40: ¿Te has dado cuenta de que las expectativas que tenías sobre lo que sería tu vida no en todo se parecen a lo que quizás estás viviendo hoy?

¿Aquello que soñaste que ibas a ser hoy, 20 años después te das cuenta de que no lo eres, o lo que esperabas que te diera felicidad no te la da?

¿Estás en ese punto de la vida en donde te está cayendo el 20 que ya tienes más pasado que futuro?

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Photo by Afta Putta Gunawan on Pexels.com

Después de la pandemia, la noción de Crisis deseo que haya cambiado en la mayoría de nosotros. Que haya pasado de ser una pesadilla, lo peor que puede pasarnos, a un tiempo para crecer. Y en ese sentido modifiquemos la reacción configurada de evitar a toda costa este escenario. Las crisis nos dejan aprendizajes y experiencias. La vida solo es rica en experiencias. Así abordamos este tema de la conocida “Crisis de los Cuarenta o de la Mediana Edad”.

Cabe aclarar que en realidad a lo largo de la vida vamos experimentando diferentes etapas, cierre de ciclos, procesos de crecimiento. La diferencia, en mi personal punto de vista, es que los procesos de crecimiento anteriores los veíamos para mejor, es decir, la infancia y la adolescencia. Estas las vamos experimentando como una apertura en nuestro mundo: más sueños, más expansión, además de que es una etapa que se vive con frescura, anhelos, seducción y se percibe un horizonte de futuro. Es como la época de cualquier romance, conforme vamos avanzando tenemos más libertad, es la época de siembra, es la primavera de nuestra vida, esto lo vivimos de los 0 a los 21 años.

De los 21 a los 42 años vivimos el verano de nuestra vida, el proceso de germinación de lo sembrado, una etapa en donde se vive con mayor intensidad, pasión y hay mayor intimidad compartida. Quien ha estado trabajando en si mismo puede experimentar mayor compromiso y mayor responsabilidad. El riesgo de esta etapa es la necesidad de control, nuestro mayor apego es el horror al rechazo.

A los 42 años se termina el verano y la siguiente etapa es el otoño, la época de la cosecha, es un ciclo en donde se percibe mayor serenidad, sabiduría y se cuenta con mayor experiencia. En este ciclo, si lo que se sembró y germinó en el pasado se logró asimilar, si se cerraron los ciclos anteriores con la mayor lucidez podremos disfrutar de esta plenitud. Sin embargo, si tenemos ciclos pendientes vamos a experimentar una adicción a la permanencia o sentir horror a la decrepitud. Sentiremos prisa por vivir, es decir, miedo por no vivir lo que creemos que queremos. Aquí se vive al máximo La Crisis de los 40.

Aquí es donde vemos reflejado todos esos clichés que hemos oído acerca de esta etapa. La toma de decisiones precipitadas, el querer seguir extendiendo lo que vivimos en el verano. Cuando nuestra realidad ya es otra, nuestro cuerpo, nuestros compromisos y nuestras responsabilidades son diferentes.

La siguiente fase inicia a los 63 años y sería lo equivalente al invierno, una época de reflexión, balance, recogimiento, si se vive con apego se experimenta una adicción por lo estable o el horror al cambio. Si una persona considera que no tiene futuro se desmorona, es indispensable ir viviendo los duelos correspondientes. El invierno es la síntesis de una vida, recapitulamos todas las etapas vividas. El riesgo en esta etapa es la ausencia de la ilusión.

¿Cuál es la ruta de salida propuesta? Recrear tu Proyecto de Vida, desde tu verdadero ser, desde un profundo conocimiento de quién eres y qué es lo que quieres. En los diferentes ámbitos de tu existencia, es decir, tu familia, trabajo, vida social, salud y la relación contigo. Si en el momento en el que estás leyendo esto aún no descubres tus vocaciones (personal y de vida), es algo que va a incidir con el sentido de realización que estés experimentando.

Actualiza tus objetivos, identifica en dónde están tus anhelos, dónde está tu apetito por la vida, aceptando tu Principio de Realidad. Si tienes ciclos pendientes por cerrar, hazlo ahora, e inicia uno nuevo con el mismo entusiasmo con el que se vive la primavera. Es momento de reconocer La Crisis de los 40.

Marisol Perez Velazquez es Licenciada en Relaciones Industriales. También cuenta con 20 años de experiencia en Recursos Humanos en los cuales se especializó en talento y formación. Ella es alumna del Dr. Alfonso Ruiz Soto y es egresada de la escuela de Semiología de la Vida Cotidiana. Ella da consultas privadas y en pareja. Sus redes sociales son MollisConsultoria.

Información basada en el Modelo de Semiología de la Vida Cotidiana® creado por el Dr. Alfonso Ruiz Soto®

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Escrito por Edwin Carcaño Guerra

Por más de 20 años se ha dedicado a investigar a las generaciones que actualmente conviven en el mercado latinoamericano. También ha realizado análisis acerca de los ciclos históricos y sociales de México.

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