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Jugar, aprender y pensar: Educando a la generación Contemplativa (2006 – 2029)

El 31 de agosto de 1972 marcó el fin de una era de dominación Soviética. Bobby Fischer de Estados Unidos se coronaba campeón mundial de ajedrez. La URSS, que había dominado 24 años el ajedrez, veía como un norteamericano se alzaba con la corona. El ajedrez cobró fama mundial. Miles de personas aprendieron a jugar y descubrieron uno de los pasatiempos más hermosos de la creación. El ajedrez es magia sobre un tablero de 64 casillas. Una mezcla de estrategia, táctica, análisis, decisiones, ego y fortaleza. El poder de dos imperios de color blanco y negro frente a frente. Una cantidad infinita de posibilidades y combinaciones tan estimulantes y creativas que convierten al ajedrez en arte y ciencia.

El blanco realiza la primera jugada y avanza un peón al centro del tablero. El negro decide mover un caballo y esperar a ver que planes tiene el blanco. Las blancas desarrollan un alfil. La partida continúa y cada vez es más complicada. ¿Que sucede en la cabeza de los jugadores? Ambos están utilizando los dos hemisferios del cerebro. Con el izquierdo analizan la posición. Con el derecho buscan una salida a los problemas que el contrincante les está planteando. Con voluntad se esfuerzan para sacar el máximo provecho de sus conocimientos. Los niveles de concentración son tan altos que es casi imposible salir del trance.

Esta dinámica cerebral es formativa. Enseña un orden lógico al planteamiento de un problema.  Se puede decir que si usamos el método deductivo entonces:

Analizamos la situación.

Buscamos una solución al problema.

Ejecutamos una acción de transformación.

Esta revista es para madres jóvenes. Si ya leíste los tres párrafos previos lo que sigue te interesa mucho. El ajedrez es un juego divertido y debes de enseñarle a tu hijo a mover las piezas. Que desde pequeños desarrollen la capacidad de pensar con lógica es una gran ventaja para enfrentar la vida. Jugando se aprende más que de cualquier otra manera. Los castigos y el estudio obligado difícilmente se convierten en un buen aprendizaje. Frente al tablero un niño está aprendiendo el complicado proceso de pensar y tomar decisiones. La escuela enseña a memorizar y a trabajar bajo presión. El proceso educativo por el que atraviesan los niños de hoy es para moldearlos para servir a las instituciones.

Si se hace una mezcla entre la enseñanza del ajedrez, la lectura y una saludable rutina de ejercicio entonces le estás dando a tus niños la capacidad de desarrollarse de manera integral. De poco sirve saberse de memoria los libros de texto oficiales si no se tiene la capacidad para analizar, encontrar soluciones y enfrentar las consecuencias de tomar una acción. En el caso de los hombres los deportes de defensa personal enseñan a lidiar con el miedo y el conflicto. En el caso de las niñas los deportes de coordinación y estética enseñan a entender la belleza y el arte. Se puede tener un doctorado y aún así ser un ignorante. Leía recientemente en un libro acerca de los beneficios de la lectura: Leer nos lleva a tener experiencias que una vida no nos puede dar.

Ajedrez, lectura y deporte son la mejor solución a todos los problemas que la era de la tecnología nos está creando: Idiotez (Videojuegos), ignorancia y una vida sedentaria. Se menciona en un artículo de Facebook que estos tiempos hicieron teléfonos “inteligentes” y personas “tontas”.

Este artículo fue publicado el día 11 de agosto de 2014 en la revista Mujer Idee y fue escrito por Edwin Carcaño Guerra.

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Escrito por Edwin Carcaño Guerra

Por más de 20 años se ha dedicado a investigar a las generaciones que actualmente conviven en el mercado latinoamericano. También ha realizado análisis acerca de los ciclos históricos y sociales de México.

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