El Soldado
El Soldado: Había una vez, en un pequeño pueblo, un valiente soldado llamado Teo. Un joven amable y valeroso, pero tenía un gran temor en su corazón: la guerra. No le gustaba la idea de pelear y lastimar a otras personas. Sin embargo, cuando su país se vio envuelto en un conflicto, se vio obligado a unirse al ejército.
Con el peso de su corazón, Teo partió hacia el campo de batalla junto a sus compañeros soldados. Durante días, lucharon en medio del estruendo de los cañones y el horror de la guerra. A pesar de su valentía, no podía evitar sentirse triste por todas las vidas perdidas y el sufrimiento causado por la guerra.
Una tarde, mientras se encontraba en un breve descanso, observó un grupo de niños que jugaban cerca de su campamento. Intrigado, se acercó a ellos y descubrió que estaban jugando al ajedrez. Nunca antes había visto ese juego, pero quedó fascinado por la estrategia y la habilidad que requería.
Los niños, amables y curiosos, lo invitaron a unirse a una partida. Al principio, dudó, pero pronto se dejó llevar por la emoción del juego. A medida que las piezas se movían en el tablero, descubrió una nueva pasión, un nuevo refugio. El ajedrez le brindaba una sensación de paz y concentración que nunca antes había experimentado.
Después de pasar una tarde maravillosa jugando al ajedrez con los niños, regresó a su campamento con una nueva determinación en su corazón. Decidió que, aunque la guerra aún era su deber, buscaría la paz en cada oportunidad que tuviera. Se prometió a sí mismo que, cuando regresara a casa, compartiría su amor por el ajedrez con su familia y amigos, promoviendo la paz y la armonía en su comunidad.
Con renovado espíritu, Teo continuó luchando en la guerra, pero ahora lo hacía con la esperanza de un mañana mejor. Sabiendo que era una causa necesaria para proteger su territorio y volver pronto a casa. Sabía que la guerra no es la mejor opción, pero esa opción era inevitable en esos tiempos, por lo que debía luchar hasta el final por los suyos.
Y cuando finalmente regresó a su hogar, cumplió su promesa, enseñando a otros el arte del ajedrez y propagando el mensaje de paz que había encontrado en medio de la batalla.
Desde entonces, Teo ha sido recordado no solo como un valiente soldado, sino también como un fiel defensor de la paz, cuyo amor por el ajedrez había cambiado el rumbo de su vida y el de aquellos a su alrededor. Y así, su legado perduró en la historia de aquél pequeño pueblo.
Gracias por leer:El Soldado
GIPHY App Key not set. Please check settings