El MiG-15 es uno de los aviones de combate más emblemáticos de la historia militar. Diseñado en la Unión Soviética a finales de la década de 1940, este caza a reacción no solo marcó un antes y un después en la aviación militar, sino que también se convirtió en símbolo de la Guerra Fría. Su fama mundial llegó con la Guerra de Corea, donde se enfrentó directamente a los cazas estadounidenses, desafiando la superioridad aérea occidental.
Tras la Segunda Guerra Mundial, la Unión Soviética necesitaba un caza moderno capaz de competir con los avances tecnológicos de Estados Unidos y Gran Bretaña. Los ingenieros Artem Mikoyán y Mijaíl Gurévich, fundadores de la oficina de diseño Mikoyan-Gurévich (MiG), crearon el MiG-15 en 1947.

Su diseño incorporaba alas en flecha de 35 grados, lo que le otorgaba mayor velocidad y maniobrabilidad en vuelos supersónicos iniciales. Además, estaba equipado con un motor Klimov VK-1, derivado de los turborreactores británicos Rolls-Royce Nene, que le proporcionaba una velocidad máxima cercana a los 1,075 km/h.
Características técnicas principales
- Tipo: Caza interceptor a reacción
- Velocidad máxima: 1,075 km/h
- Techo de servicio: 15,500 metros
- Alcance: 1,200 km
- Armamento: Un cañón Nudelman N-37 de 37 mm y dos cañones NS-23 de 23 mm
- Tripulación: 1 piloto
Este armamento pesado lo convertía en una máquina temible, especialmente contra bombarderos B-29 enemigos.
El debut del MiG-15 en combate ocurrió en 1950, durante la Guerra de Corea. Los pilotos de la Fuerza Aérea de Corea del Norte y posteriormente asesores soviéticos pusieron en aprietos a los bombarderos B-29 y a los cazas estadounidenses F-80 y F-84.
El enfrentamiento más famoso fue contra el F-86 Sabre, el caza estadounidense que logró equilibrar la balanza en los cielos coreanos. Esta rivalidad aérea entre MiG-15 y F-86 es considerada una de las más intensas de la historia, con miles de combates que definieron la guerra aérea del siglo XX.
El MiG-15 no solo fue un caza revolucionario por su diseño y potencia, también fue un arma política. La Unión Soviética lo exportó masivamente a países aliados como China, Polonia, Checoslovaquia y Alemania Oriental, consolidando su influencia militar en medio de la Guerra Fría.
Además, sentó las bases para el desarrollo de cazas más avanzados como el MiG-17 y MiG-21, que dominaron el escenario aéreo en las décadas posteriores.
Hoy, el MiG-15 es recordado como un pionero de la aviación a reacción y un protagonista clave en la historia militar del siglo XX. Muchos ejemplares se conservan en museos de aviación en Rusia, Europa y Estados Unidos, testigos de una época donde la supremacía aérea era decisiva en el tablero geopolítico mundial.
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