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El conflicto del Mar del Sur de China

Coautor: Jorge Alejandro Rojas Torres

Los planes de expansión de China abarcan todos los aspectos. En el área comercial y económica están los planes para construir la nueva Ruta de la Seda; la cual va a abarcar 60 países, 70% de la población mundial, 75% de las reservas energéticas y llegará representar hasta un 55% del PIB mundial. En el ámbito militar, China tiene el segundo presupuesto más grande del mundo (Después de Estados Unidos) y cuenta con 2´000,000 de miembros efectivos más 2´300,000 en la reserva. Es considerado el ejército que más rápido se expande en la actualidad.

Históricamente China siempre ha jugado como potencia mundial. A veces ha tenido épocas de debilidad y ha sido atacada por otras potencias, pero siempre se recupera y vuelve a tener un rol de liderazgo. Las ambiciones de China también están marcadas por su estrategia de expansión territorial. Tiene disputas fronterizas con casi todos sus vecinos, pero por ahora, la que más tensión genera es la del Mar del Sur de China. Esta zona es importante ya que por ahí transitan un tercio del comercio mundial y abarca alrededor de 3´500,000 de kilómetros cuadrados.

La disputa territorial del Mar del Sur de China tiene como protagonistas a Brunei, Camboya, Vietnam, Indonesia, Malasia, Filipinas, Singapur, Taiwán, Tailandia, Estados Unidos y la ONU. Los puntos geográficos de la disputa son dos grupos de islas:  Las Placel y las Spratly. Las primeras están ubicadas al norte del Mar del Sur de China y tanto Vietnam, Taiwán y China dicen tener soberanía sobre ese territorio. Las segundas están localizadas al sur de esta zona geográfica y 6 países disputan su influencia sobre ellas.

Lo que hace tan codiciado el Mar del Sur de China es que es una zona con muchas reservas energéticas. Hay petróleo y gas. Y también hay muchas zonas de pesca que representan una fuente de alimentación para la población de la región. Las riquezas naturales de la zona hacen que los protagonistas del conflicto estén poco dispuestos a ceder ante la presión de sus vecinos. Pero no hay que olvidar que en esta disputa esta China, y que el gran dragón no se intimida ante nadie. Al igual que en el ajedrez, el que gana es el que tiene las piezas en la mejor posición.

El conflicto ha llegado ya a tribunales internacionales, que terminaron delimitando la zona para cada país, a 200 millas náuticas de la costa. Esto permitió que todos los países contaran con una zona de influencia económica dentro del mar en disputa. En el centro se estableció una zona de aguas internacionales la cual puede ser explotada por cualquier país. Esta resolución fue categóricamente rechazada por el gobierno chino. Esta actitud ha “calentado” la guerra fría regional provocando que los protagonistas del conflicto refuercen sus posiciones territoriales.

Pero el país con más recursos para jugar en este conflicto del Mar del Sur de China es China. Su estrategia es la más agresiva de todas. A partir de algunos años, han comenzado a construir islas en el mar para ganar espacio marítimo. Hasta la fecha han construido 7 islas a partir de arrecifes ya existentes: Cuarteron, Subi, Mischief, Johnson, Hughes, Gaven y Fiery Cross. Todas estas islas cuentan con pistas de aterrizaje, instalaciones militares, sistemas de defensa de misiles, puertos para barcos militares y  estaciones de radar.

Países como Filipinas, Taiwán, Tailandia y Vietnam; no pueden competir con China construyendo sus propias islas para ejercer de manera más efectiva su zona económica de influencia. Tampoco pueden entrar en una carrera armamentista para superar al Ejército Popular de Liberación. Filipinas, por ejemplo, encalló un viejo barco americano y lo convirtió en un pequeño cuartel para ocho soldados. China respondió rodeándolo con destructores y dejándolo completamente aislado y sin suministros.

El conflicto no es menor, ya que están en juego según fuentes chinas, 125,000 millones de barriles de petróleo y 500´000,000´000,000 de metros cúbicos de gas. Considerando que China consume al año 4,500´000,000 de barriles de petróleo al año, quedándose con toda esta zona, el gobierno chino podría garantizar abasto de petróleo para varias décadas en el futuro. No hay que olvidar que el Mar del Sur de China también representa 5,300´000,000 de dólares al año de comercio marítimo. Es una zona demasiado importante en el mundo.

La importancia de que el Derecho Internacional sea respetado por los protagonistas de esta disputa es importante para el orden mundial. Hay zonas por las que transitan aviones comerciales y rutas marítimas. El orden internacional debe de estar por arriba de los intereses nacionales. El Mar del Sur de China es una zona regional pero con alcance internacional y todos los países de cierta manera están involucrados en esa zona. El fin de estas disputas debe de ser el progreso de la zona económica y la paz mundial.

¿Puede escalar más aún este conflicto? Según fuentes de inteligencia americana, podría haber un conflicto armado dentro de 5 a 10 años. Mientras que todos los países respetan las zonas de influencia económica, China se basa en su “Línea de 9 Puntos”, la cual señala que todo el Mar del Sur de China les pertenece. Esto genera una intersección de intereses en conflicto; la cual de no haber un pronto arreglo diplomático, podría convertirse en un conflicto que costará muchas vidas humanas y dolor entre los habitantes de la zona. Confiemos en la diplomacia.

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Escrito por Edwin Carcaño Guerra

Por más de 20 años se ha dedicado a investigar a las generaciones que actualmente conviven en el mercado latinoamericano. También ha realizado análisis acerca de los ciclos históricos y sociales de México.

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