in ,

Detox de Juicios

Detox de Juicios: Ayer explotó todo, de repente me vi frente a mis hijos ya más adultos que niños cuestionando lo que les decía, había tanta tensión en el ambiente, las cosas estaban escalando muy rápido.

Más allá de querer recuperar el control, yo misma me vi en una

escena que jamás imaginé. Sentí miedo, incertidumbre, ansiedad, los reclamos, juicios… Llegó un punto en donde perdí el control y estallé. ¿Cómo era posible que mis hijos me vieran de esa manera?

Toqué fondo, no es el hogar en el que yo quería vivir.

Era un sábado en la tarde y me salí a caminar sola, no recuerdo la última vez que lo hice. Perdí la noción del tiempo.

A lo lejos vi un local, me llamó la atención, por fuera decía Psicología, terapias, ansiedad, relajación.

Esos temas son exclusivos para gente que tiene alguna enfermedad y yo no me consideraba enferma, me fui acercando y algo me llamo a entrar, me fijé que nadie me viera y di un paso hacia adentro.

Vi «Boutique del Alma», y pensé que concepto más extraño, ¿Qué puedes comprarle al alma?

Una persona se acercó y como si hubiera leído mi mente me respondió, aquí te ayudamos y te acompañamos para que puedas sanar todas esas heridas que hoy no te permiten estar en paz. Siéntete tranquila, es un lugar libre de juicios.

Ayudar, acompañar, sanar, paz, lugar libre de juicios se sintieron como un oasis en pleno desierto. ¿Dónde firmo? pensé.

Me llamo Mollis y yo te estaré acompañando. Primero vamos a respirar profundo, siéntate aquí, ponte cómoda, cierra tus ojos, siente tu cuerpo, ve soltando, ve relajando tu postura. Habita el instante presente.

Inhala en 4 tiempos, retén el aire en 4 tiempos, exhala en 4 tiempos y quédate sin aire 4 tiempos.

Muy bien, observa ¿Cómo te sientes?

Me sentía más tranquila sin lugar a dudas, eso de respirar, parece obvio pero caí en cuenta que había estado respirando muy rápido y muy corto, ahora que lo veo, me sentía muy acelerada. ¿Cómo algo tan simple, mecánico y que damos por hecho puede ayudar tanto?

Abre tus ojos. ¿Has meditado alguna vez?

Ya empezamos con los problemas, ¿Cómo le explico que mi vida está llena, que no tengo tiempo o dinero para ir al Tíbet a meditar, eso de vestirme solo de blanco, no va conmigo?

Bueno, alguna vez fui con mi prima a una meditación, pero me quedé dormida.

¡Excelente! Empezaremos por ahí.

En este momento estoy abierta a recibir lo que la vida me dé y si son limones, haré una limonada.

Vi cómo Mollis se acomodó y con una sonrisa comenzó a explicarme que hay muchos tipos de meditación y no solo se trata de buscar a toda costa poner la mente en blanco.

¡Qué bueno! Porque eso de dejar la mente vacía, no se me da.

Empecemos por lo sencillo, si tu conoces los beneficios de algo y encuentras el sentido de hacerlo, lo realizas con entusiasmo y no con esfuerzo.

Meditar como ya lo acabas de experimentar te puede ayudar a disminuir la ansiedad, el estrés y por lo tanto te ayuda a mejorar tu capacidad de atención y concentración. El ejercicio de introspección aumenta el autoconocimiento. Si no sabes quién eres, no sabrás lo que quieres.

Esto es muy sencillo, cada día dedicarás 10-15 minutos, vas a poner atención a tu respiración, reconociendo cada pensamiento, emoción o sensación, la idea es cancelar cualquier juicio.

Simplemente vas a observar, tus pies, tus piernas, tu cadera, tu cintura, tu pecho, tus hombros, tu cuello, tu cabeza y así como vas poniendo tu atención en tu cuerpo vas relajando, puedes acompañar con música, aromaterapia o cualquier estímulo externo que te ayude a estar presente aquí y ahora.

¡Creo que eso si puedo hacerlo!

Platicamos un rato sobre los diferentes tipos de meditación. Lo que me llevo es que el simple hecho de estar presentes aquí y ahora, percibiéndonos internamente, poniendo nuestra atención en lo que estamos haciendo, nos ayuda a vivir de forma más consciente, y no en mecanicidad, estímulo-reacción.

Todo iba muy bien hasta que Mollis concluyó diciendo: “Tu trabajo esta semana va a ser Detox de Juicios”.

Ahora que ya sabes la importancia de estar en el aquí y el ahora, quiero que observes los juicios de valor que haces, y en el momento en que estes emitiendo el juicio simplemente lo canceles. Los juicios son una autoagresión, pero eso ya lo platicaremos en otra oportunidad.

En perfecta paz, en armonía perfecta damos por concluida nuestra sesión de trabajo y con esa sonrisa cálida me dijo nos vemos la siguiente semana. Gracis por leer: Detox de Juicios

Foto del avatar

Escrito por Marisol Pérez Velázquez

Marisol es Licenciada en Relaciones Industriales egresada de la Universidad Iberoamericana y también está certificada como consultora y comunicadora en Semiología de la Vida Cotidiana®.

Ella guía y capacita a las personas y a las organizaciones en un camino de realización. Esto es a través de facilitar la evolución, el crecimiento y el desarrollo del ser humano. 

Marisol cuenta con un amplio curriculum como asesora de empresas a nivel nacional. 

Deja una respuesta

Foto del avatar

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

GIPHY App Key not set. Please check settings

Vamos a Caminar

¿Porque mis cosméticos no deben contener químicos?