in ,

Del Can Can al Mambo: México en el Surgimiento (1939 – 1959)

Don Susanito (Joaquín Pardavé) regresaba de la Ciudad de México a su natal Tompeatillo. Para su gran sorpresa una gran manta, a la entrada de su pueblo, le comunicaba que ya no era bienvenido. Después de haber sido visto en la televisión bailando un Mambo interpretado por Dámaso Pérez Prado se le tachó de persona inmoral. Unos hombres lo esperaban en la entrada de Tompeatillo para sacarlo por la fuerza. Susanito esta asustado y junto con su sobrino Roberto huye de regreso a la capital de la Republica.

Esta película reúne demasiado talento en poco más de una hora con cuarenta minutos. Dámaso Pérez Prado, El Rey del Mambo, hace unas interpretaciones estupendas. La tesitura de Rosita Fornés (Rosalía Lourdes Elisa Palet Bonavia) es maravillosa. Arturo Martínez personifica a “Américo Pisaflores”, un estafador que engaña vilmente a Don Susanito con una guitarra que convertía el polvo en oro. Pero lo mas poderoso de la película es el choque generacional entre las corrientes del conservadurismo y el progresismo.

La película se desarrolla en el año 1951. En esos años las generaciones mexicanas atravesaban por un Surgimiento (1939 – 1959). Las recién creadas instituciones nacionales le daban a los mexicanos la seguridad del orden y el progreso. La familia era el centro de la sociedad mexicana. La economía crecía solidamente y el tipo de cambio estaba regido por los tratados de Bretton Woods. El Partido Revolucionario Institucional se convirtió en la gran Institución Mexicana del siglo XX. Las heridas de la Crisis (1911 – 1938) empezaban a sanar y el futuro era prometedor.

Don Susanito pertenece a la generación Institucional (1883 – 1910). En su infancia ocurrió El Porfiriato y las primeras líneas telefónicas privadas fueron instaladas en el país. Como adultos les tocó vivir el Surgimiento del Milagro Mexicano (1939 – 1959). Como generación construyeron y dieron forma a las Instituciones del México contemporáneo. Su institución rectora fue el Partido Nacional Revolucionario. Entre los miembros más destacados de esta generación están: José Clemente Orozco, Adolfo Ruiz Cortínez y Lázaro Cárdenas.

Don Susanito es director de una escuela para señoritas. Es un hombre de alrededor de 50 años. Se enorgullece de sus costumbres conservadoras aunque en el fondo de su ser hay algo de liberal. Es un hombre que ha pasado por muchas aventuras incluyendo ganar una carrera de coches que corrían a 25 kilómetros por hora. El pueblo en donde se desarrolla la película es Tompeatillo. Este lugar se caracteriza por tener habitantes muy conservadores y que rechazan el avance tecnológico.

Roberto (Interpretado por Abel Salazar) es el sobrino de Don Susanito. Es un muchacho rebelde. Es ingeniero y cree en el avance social. Tiene novia, se llama Martha y estudia en el internado de su tío. Ella escapa todas las noches a verse con el. El le cuenta de sus viajes a la capital. Una noche Roberto deja una Televisión en el sótano del internado para que Martha y sus amigas puedan ver la programación nocturna. Las muchachas se divierten mucho viendo los bailes de los centros nocturnos trasmitidos por XHTV.

Roberto pertenece a la generación Silenciosa (1911 – 1938). En su infancia ocurrió la Guerra Civil Mexicana y la nacionalización del petróleo. Vieron el fin del conflicto armado con la llegada de Lázaro Cárdenas al poder. Como adultos les toco vivir el Despertar de los movimientos de la década de los sesenta y setenta. Como generación administraron las instituciones mexicanas. Entre los miembros más destacados de esta generación están: Jorge Negrete, Mario Moreno, Juan Sánchez Navarro, María Félix Guereña, Octavio Paz y Miguel de la Madrid.

Roberto trata de animar a Susanito vendiéndole la idea de aceptar el progresismo. Este se resiste debido a su lealtad a las costumbres de Tompeatillo. El argumento para ser conservador es dar a las generaciones un ejemplo de vida. Don Susanito dice varias veces: Los tiempos pasados siempre serán los mejores”. Roberto insiste en que el progreso que se vive en la Ciudad de México es un ejemplo de porque hay que cambiar de manera de pensar. Eventualmente ambos emprenden un viaje a la capital y a su regreso ocurre lo descrito en el primer párrafo.

Finalmente Don Susanito lleva a Tompeatillo el progreso. En un gran acto de iniciación progresista se ensambla una gran fiesta. Al ritmo de los mejores mambos de Dámaso Pérez Prado todo el pueblo se pone a bailar. Incluso la Señorita Prefecta acepta la nueva corriente. Ese era el sentir de México en la década de los cincuenta. El país, poco a poco, empezó a cambiar su manera de pensar. México se estaba convirtiendo en la sociedad moderna del “Milagro Mexicano”. Esos eran tiempos muy felices.

Dedicado a Televisa Monterrey por sus primeros 59 años transmitiendo a la comunidad regiomontana.

Foto del avatar

Escrito por Edwin Carcaño Guerra

Por más de 20 años se ha dedicado a investigar a las generaciones que actualmente conviven en el mercado latinoamericano. También ha realizado análisis acerca de los ciclos históricos y sociales de México.

Deja una respuesta

Foto del avatar

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

GIPHY App Key not set. Please check settings

Copa Mundial de Futbol México 1986: El inicio del “Si se puede”

Los Simpsons: 28 temporadas de diversión