¿Te has preguntado por qué algunas emociones las potenciamos al máximo, mientras que otras simplemente las dejamos pasar?
Desde que nacemos, nuestro cerebro acumula información y aprendizajes. La parte cognitiva nos permite almacenar datos del entorno, mientras que el sistema límbico guarda nuestras emociones, tanto positivas como negativas. Estas emociones se convierten en referencias que nos ayudan a identificar lo que nos hace sentir bien o lo que nos lastima.
Cuando experimentamos una emoción, el cerebro límbico entra en acción. Si la emoción es intensa, se activa como un torbellino, amplificándola en nuestro cuerpo y mente.
La neurocientífica Jill Bolte Taylor explica que toda emoción química dura solo 90 segundos. Es el tiempo en el que un neurotransmisor, liberado por la amígdala, inunda nuestro ser con esa emoción.
Paul MacLean, con su teoría del cerebro triuno, señala que el sistema límbico regula nuestras emociones: alegría, amor, enojo, frustración… Sentirlas es normal y necesario.
Pero ¿qué pasa cuando una emoción sobrepasa esos 90 segundos?
Aquí es donde entra la memoria neurológica. Si no gestionamos la emoción, nuestro cerebro reactiva recuerdos similares y potencia la sensación, atrapándonos en un bucle emocional.
La buena noticia es que tú tienes el poder de gestionar lo que sientes.
Si te descubres atrapado en emociones que te afectan más de lo necesario, es momento de adquirir herramientas para sanar tu historia y fortalecer tu bienestar.
¿Cómo hacerlo?
- Sana tu historia: Reconoce y trabaja los momentos difíciles. Aprende de ellos en lugar de permitir que te definan.
- Conócete y ámate: La clave del bienestar es la aceptación y el amor propio.
- Desarrolla inteligencia emocional: Encuentra actividades que te ayuden a gestionar tus emociones: deporte, música, terapia, meditación, mindfulness… Lo que funcione para ti.
- Reafirma tu dignidad: Vive sin miedo ni culpa. Escucha tu intuición y actúa en coherencia con tu bienestar y el de los demás.
- Respira conscientemente: La respiración profunda es tu mejor aliada. En solo 90 segundos, puede ayudarte a equilibrar tu estado emocional y vivir en el presente.
Tú decides: ¿permitir que las emociones te dominen o aprender a gestionarlas para vivir con plenitud?
Gracias por leer:90 segundos para redefinir el rumbo:¿Te has preguntado por qué algunas emociones las potenciamos al máximo?